Ni siquiera la palabra 'exhausta' describiría mi estado de ánimo en estos últimos días.
Honestamente, no he buscado y no me interesa hacerlo. Es solo una palabra con un significado lleno de otras palabras con otros significados que te llevarán a diferentes cosas pero que al final todo se resume y generaliza en lo mismo.
¿Quién decidió nombrar cada cosa en este maldito planeta?
¿Quién?
Mis sentimientos han estado girando drásticamente desde que las buenas noticias aparecieron.
Porque me parece que todos sabemos a la perfección que cuando algo bueno se posiciona en nuestras asombrosas vidas cualquier cosa mala viene para opacarlo y recordarnos que la vida no es tan bonita después de todo.
Mientras más quiero que el tiempo pase rápido, más dudas existenciales se le aumentan a la cuenta de mi vida futura; es una maldita cuenta infinita.
Y debo aclarar, que a mi parecer, lo infinito o eterno a veces dura muy poco.
¿Por qué?
Ni idea, solo sé.
Es de esas cosas que sabes pero no tienes ni la más remota idea de dónde adquiriste ese conocimiento, si es que así se le puede llamar...
Este último mes me di por vencida más de las veces que decidí levantarme y afrontar la vida.
Y no es algo de lo cual me sienta orgullosa.
Los problemas se acumulan de tal manera que ya no me permiten sostener.
¿Y saben qué es lo peor? Que ni siquiera son míos.
Y los que sí lo son, pertenecen a la gran cantidad de cosas estúpidas por las que no debería preocuparme.
Pero es que así soy, carajo. No puedo pasar desapercibido algo que afectó mis sentimientos tan siquiera un poco. Simplemente no puedo. Y cuando lo intento, ¡dios! ¡cuando lo intento! Termino encerrada en un baño público llorando. Así de ridícula termino. Pensando en todo lo que podría estar haciendo, soñando sobre lo que algún día seré, replanteando momentos sucedidos en mi vida, fingiendo que todo está y estará bien.
Pero no. Ni están ni los estarán si sigo pensando y preocupándome tanto por la bazofia que habita en la sociedad a la que pertenezco. Y sería increíble que alguien sostuviera sus pantalones fuertemente y me dijera: "Las cosas no van a estar bien si no dejas de ser la estúpida persona que eres, porque debajo de todas esas capas de - no necesito la ayuda de nada ni nadie - se encuentra el gran ser humano que realmente eres y que acepta que las cosas no suceden por sí solas".
Sí, sería increíble.
¿Pero para qué jodidos quiero que alguien me diga eso si yo lo sé a la perfección? ¡¿Para qué?!
Y tal vez la respuesta también se encuentre en mí.
- Porque soy un simple ser humano que comete errores y está buscando cómo arreglar todo su maldito desorden -
